Viernes 12 de enero de 2024.
“EL CLAVO”
Una iglesia nueva fue construida y las personas
fueron de todas las partes para admirarla. Pasaban horas mirando la belleza de
la obra.
Arriba, en lo alto, en las maderas del tejado, un
pequeño clavo era testigo de todo lo que estaba ocurriendo. Y oía a las
personas cómo elogiaban todas las partes de tan encantadora estructura...
Decían: “mira las pinturas y qué hermosas maderas, fíjate que altar de
piedra...” ¡Hablaban de todo, menos del clavo!
Ni siquiera sabían que estaba allí, y se sintió
irritado y lleno envidia.
- ¡Si soy tan insignificante, nadie echará de menos
mi falta!
Entonces el clavo desistió de su vida, dejó de hacer
presión sobre la madera y se fue deslizando hasta caer al suelo.
Aquella noche llovió mucho. El agua comenzó a
deslizarse por el agujero donde antes vivía el clavo. El tejado comenzó a
ceder, las maderas se desclavaban, las tejas se separaron y... El agua corrió
por las paredes y los bonitos murales. El yeso comenzó a caerse, la Biblia se
quedó arruinada por el agua...
Todo esto porque un pequeño clavo creía que él no
valía para nada porque nadie se lo decía...
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