29 de octubre de 2024
Martes 29 de octubre
Cierto día llamó a la puerta de una casa de pueblo un extraño
hombre. La mujer que atendió se sorprendió al verlo. "¿Qué desea?",
preguntó. "Vengo a ofrecerle una piedra mágica, que sirve para hacer sopa.
Basta con hacerla hervir, y logrará la mejor sopa que haya probado en su
vida".
A la mujer le entró curiosidad y decidió hacer la prueba. Hizo
pasar al hombre, y puso una gran olla de agua al fuego. Mientras se calentaba,
la mujer corrió a contar el gran suceso a sus vecinos, los que se arremolinaron
alrededor del fuego. Cuando el agua hubo comenzado a hervir, el hombre arrojó
la piedra mágica a la olla y ante la expectativa general dio una probada.
"¡Deliciosa!", comentó, "Si tuviera un poco de carne le daría
mejor sabor". Inmediatamente una de las vecinas salió corriendo y volvió
con un gran pedazo de carne que fue a parar a la olla. "Tal vez un poco de
verdura también ayudaría", agregó el extraño. Una tras otra, varias
vecinas fueron desapareciendo y volviendo con papas, zanahorias, zapallo,
chauchas, cebollas, las que fueron cayendo a la olla.
Mientras tanto, otros vecinos fueron trayendo platos y
cubiertos, armaron un gran tablón, mientras otros traían sillas de sus casas.
Todo el pueblo se había reunido en torno al hombre de la piedra mágica. Uno
tras otro fue recibiendo generosas raciones de la que resultó ser la más
apetitosa sopa que habían probado en sus vidas. Nadie reparó mientras comían,
que el extraño había desaparecido, dejando tras de sí la mágica piedra, que
ahora podrían utilizar cada vez que deseasen compartir la sopa más deliciosa
del mundo.
¿Por qué era “mágica” la piedra?
¿Cómo puedes colaborar para hacer una “buena sopa”?
Rezamos el padre nuestro por todos los misioneros del mundo.
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