4 de junio de 2025
Miércoles 4 de junio de 2025.
Buenos días comenzamos nuestra oración de hoy con un cuento:
Un panadero se
estableció en un barrio de Atenas en tiempos de Sócrates (s. V a. de C.). Quiso
saber qué clase de vecinos tenía; los convocó con la promesa de regalarle un
pan a cada uno. Todos aceptaron, y, una vez en la tahona, el panadero les
indicó dónde estaba el pan prometido, añadiendo:
- Yo estaré en la sala de al lado, por si queréis
consultarme algo.
Cuando se
encontraron solos se abalanzaron sobre las canastas, escogieron las piezas más
suculentas y de mayor tamaño y abandonaron la panadería. Nadie fue a verle para
darle las gracias, excepto una niña desarrapada y pobre que sostenía en las
manos un pequeño pan. El panadero le preguntó por qué no había cogido un pan
mayor. La niña dijo:
- Señor, yo cogí lo que los demás dejaron, pero quiero darle
las gracias.
Una vez en
casa, la niña entregó el pan a su madre. Y al partirlo vieron con asombro que
en su interior había una moneda de oro. Volvió la niña corriendo a la panadería
y le entregó la moneda al panadero, diciendo:
- Señor, debió caeros en el pan esta moneda cuando lo
amasabais.
El panadero,
que había introducido intencionadamente la moneda en el pan más pequeño, dijo:
- Llévale esa moneda a tu madre. Una vez más se ha
demostrado que los más pobres y humildes son también los más honrados y
agradecidos.
REFLEXIÓN: La gratitud es
una virtud. Pero no es un lujo, sino una obligación. Hay un refrán que lo
señala bien claro: “De bien nacidos es ser agradecidos”
A Dios le debemos tanto que nunca le
agradeceremos bastante lo que nos concede.
Padre Nuestro
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